España quiere dejar de ser un actor secundario en el mercado del lujo y pisar los talones de los líderes europeos del sector, Francia e Italia, que facturan el triple con sus productos más glamurosos. Y cree que esta aventura es posible. Así lo indican las fuentes consultadas, que repiten como un mantra el prometedor futuro que auguran las proyecciones de la consultora Bain & Company para la piel de toro. En 2017 el negocio nacional movió 9.200 millones de euros, frente a los 29.000 y 27.000 millones de Italia y Francia, respectivamente. Y en 2025 ingresará alrededor de 20.000 millones. Un gran salto que fían al atractivo turístico de la nación, al liderazgo en el segmento de hostelería y gastronomía, al potencial de la moda y al desarrollo de productos ad hoc para esta clientela de altos vuelos.